No hay niños imposibles

. domingo, 12 de noviembre de 2006
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Rocío Ramos Paúl, la supernany de la televisión, es una psicóloga especializada en educación de menores: infantil y primaria. Su método es el modelo cognitivo-conductual, según el cual hay un aprendizaje inadecuado que se traduce en pautas no deseables (desaprender para aprender).

El comportamiento humano tiene tres ámbitos de respuesta: Motor, lo que hacemos, Fisiológico, lo que sentimos y Cognitivo, lo que pensamos. Cualquier acción sobre cada uno de ellos revierte en los otros dos, "de tal manera que cuando manejamos pensamientos positivos, nuestras emociones también serán positivas y nuestras acciones irán orientadas a la consecución de nuestros objetivos".

En una entrevista reciente para Canal Cuatro, Rocío Ramos afirma que, "
no hay niños imposibles, no se puede partir de esa premisa nunca, si lo hiciéramos los estaríamos etiquetando. Ni niños, ni adultos. Lo que hay que hacer es buscar una solución para cada caso
".

En el blog de esta psicóloga hay una serie de consejos que, como padres, no se deberían olvidar (y que nosotros nos permitimos reproducir):

  • Relaciones familiares. Los padres deben imponer su autoridad por separado, y no contar siempre con los hijos para decidir.
  • Autonomía. Poner la mesa, vestirse solos, asumir responsabilidades… son cosas que podemos exigir a nuestros hijos pero también tenemos que escucharlos.
  • Estudio. Es importante analizar si el tiempo que dedican al estudio es el adecuado, establecer una rutina diaria y destacar sus logros en el colegio.
  • Televisión. Resulta imprescindible explicarles lo que están viendo y que sepan distinguir qué es ficción y qué no lo es. Y, sobre todo, acompañarlos cuando la vean.
  • Castigos. Hay que cumplir las sanciones impuestas y ser constantes en nuestras imposiciones, pero evitando etiquetar las conductas de los pequeños.
  • Emociones. Más besos y abrazos, y menos reproches y regañinas. Los padres deben enseñar a sus hijos a hablar de sus sentimientos, cuidando el tono de su voz y de la crítica.
  • Alimentación y horas de sueño. El compromiso con los niños pasa también por corregir sus conductas en la mesa y ayudarles a que disfruten del descanso adecuado. La motivación empieza por hacerles participar en el trabajo de preparar la comida, el baño diario…
En fin, recursos basados en métodos sencillos y eficaces como “la silla de pensar”, la técnica de “la no-atención”, el “refuerzo positivo”, "la gratificación", o el “reparto de responsabilidades”.